Felipe y Manuel Contepomi arbitraron divisiones juveniles

Como parte de la iniciativa del Área de referato de la Unión de Rugby de Buenos Aires, los hermanos Contepomi dirigieron este fin de semana encuentos de juveniles.

Los hermanos Manuel y Felipe Contepomi se calzaron la camiseta rosa y salieron a la cancha. ¿A jugar? No. Los ex Pumas tuvieron su primera experiencia como árbitros en distintos encuentros de juveniles y se mostraron muy contentos por haberlo hecho. «Volveríamos a repetirlo», confesaron.

La nueva premisa de la URBA va tomando color y, de a poco, entrenadores, ex jugadores y referentes de distintos clubes se acercan a las canchas a colaborar con la promoción del arbitraje. Empezando con los hermanos Fernández Miranda, entrenadores de Hindú, y siguiendo con Agustín Ezcurra, head coach de CUBA, esta vez les tocó a los Contepomi, entrenador y ex jugador de Newman.

«Fue parejo tu partido, ¿no?», le pregunta Manuel a Felipe. «Fue muy intenso. Se definió en el final», contestó el ex apertura. De ésta manera comenzó la charla que ambos jugadores tuvieron con Scrum.

-¿Cómo fue la experiencia de haber dirigido en juveniles?

-Manuel: A mi me encantó. Es muy buena la movida que hizo la URBA. En lo personal, es muy divertido venir a colaborar con los chicos. Además, nos ayuda porque vas viendo las reglas y aprendiendo cada vez más.

-Felipe: Coincido con él. Después también depende del partido. A veces se complica más por el conocimiento de los chicos sobre las reglas, pero es una oportunidad para enseñar. Es algo muy bueno lo que hizo la URBA y te mantiene cerca del rugby.

-¿Hubo que meterse de lleno en el rol de árbitro?

-Manuel: Sí. Nos juntamos un grupo de entrenadores y referentes de distintos clubes con un grupo de árbitros, liderado por Francisco Pastrana. No es que vinimos a dirigir sin ningún consejo, sino que nos ayudaron a entender las reglas. Hay cuestiones específicas en juveniles con respecto a las generales, por lo que estuvo bueno repasar todo el reglamento del rugby.

-Los chicos se sintieron muy incentivados por su presencia, ¿lo vieron así?

-Felipe: Me parece muy bueno que los chicos sientan la motivación y los ayude en el juego. Creo que más allá de lo que uno puede dar, es más lo que el partido le da a uno. Aprendés muchas cosas: ves lo difícil que es ser réferee, entendés cómo un chico se puede frustrar. Está buenísima esa dinámica para todos los que forman parte de esta idea.

-Manuel es un árbitro del estilo del ‘siga, siga’. Vos Felipe, ¿cómo te describís?

-Felipe: Tenías que dejar seguir porque sino iba a ser un partido de ajedrez, ja. Creo que ellos jugaron con mucho entusiasmo y trato de aplicar la ventaja, fundamental en el rugby, porque es como uno reacciona a los errores que pueden marcar la diferencia. Si los jugadores entendieran eso, seguramente ayudaría a la actuación de los árbitros. Por ende, sí. Soy un árbitro que dejar seguir. Un (Francisco) Lamolina, ja.

-¿Qué les deja esta experiencia? ¿Volverían a hacerlo?

-Manuel: Creo que está buenísimo relacionarse con los chicos. Volvería a hacerlo sin dudas, obviamente revisando la agenda familiar. Seguramente, éste año volveremos a ponernos la camiseta rosa, ¿no?

-Felipe: Por supuesto. Lo volvería a hacer. Obviamente, uno no puede hacerlo todos los fines de semana, pero yo, personalmente, encontraré un hueco para repetir la experiencia.