Continúa la expansión y capacitación del Referato de la URBA 

Camila Díaz tiene 20 años y se inició en el rugby como jugadora del Club Almafuerte. Desde 2019 se dedica al referato de la URBA, participó como Referee Asistente en el Nacional de Clubes Femenino (Junin) y continúa vinculada al juego desde otro lugar. Junto a Lidia Acosta, Xoana Sosa y Jorgelina Avalos, representan al rugby femenino en el crecimiento del referato de la Unión.   

¿Cómo y por qué decidiste comenzar en el mundo del referato?

Me inicié en el referato en el 2019, cuando tenía 18 años y ganas de seguir capacitándome. Averigüé y me acerqué a los cursos de referato que realiza la Unión. Buscaba perfeccionarme para mejorar la forma de juego con mi equipo, pero nunca me hubiera imaginado que el referato finalmente me gustaría tanto.

¿Por qué decidiste formarte como referee?, ¿Cuáles fueron tus motivaciones?

Decidí formarme porque además de conocer el juego desde otro punto de vista, el referato no sólo te forma como persona, sino que te da la responsabilidad de colaborar en la enseñanza y en la formación de los jugadores que dirigís. Es una escuela constante de conocimientos para mejorar la comprensión del juego por parte de todos.

¿Cómo te preparas y cómo haces para perfeccionarte actualmente?

A nivel físico me preparo constantemente con diversos entrenamientos. En cuanto a lo técnico y a la forma de arbitrar, lo hago mirando permanentemente mis partidos a medida que voy refereando. También veo partidos internacionales para agudizar el ojo con detalles más precisos y partidos en video de las categorías en las que me toca referear.

¿Qué categorías dirigis y cuáles son las diferencias que encontrás en cada una de ellas?

Dirijo M15 y M16 del Femenino, y en alguna ocasión me ha tocado una M17. Las diferencias más grandes son la de tamaño entre los chicos, cómo van creciendo y las formas de jugar en equipo. Hay diferentes formas de juego en todas las categorías, pero depende mucho de cada club. En el rugby femenino se da la particularidad de que hay jugadoras de diferentes edades compartiendo la cancha. Hay equipos en donde trabajan juntas desde hace años, y otros en los que no, además de que hay un flujo constante de chicas nuevas.

¿Cuál fue el partido que más te disfrutaste referear?

Fueron dos los partidos que más disfruté. Uno con la M17 de SITAS y, otro, la final de un seven femenino de la URBA, en La Plata. Ambos fueron de aprendizaje y un desafío para mí. Los jugadores de 17 en ese entonces tenían casi la misma edad que yo, y las chicas en el seven eran casi todas mayores. Eso fue un doble desafío en ambos casos, por eso los pude disfrutar mucho.

¿Cómo es la recepción que te brindan en general en los partidos?

Afortunadamente, desde la perspectiva de género nunca me hicieron sentir diferente. Todos los clubes son muy cálidos con los referees y creo que eso es parte de la forma de sentir el rugby que tenemos en la URBA.

¿Por qué crees que más chicas podrían animarse a arbitrar?, ¿Qué les dirías para motivarlas?

Deberían animarse porque significa seguir creciendo en espacios propios, aprender y vivir un montón de experiencias hermosas, que nos hacen crecer y disfrutar del rugby desde otro lado. Se disfruta tanto del referato como cuando salís a jugar con tu equipo.

¿Cuál es la importancia del referato en el rugby?

Creo que, además de dirigir, es importante transmitir una enseñanza. El referee debe saber ayudar con sus acciones a que progrese y vaya avanzando el juego. Es necesario ser didácticos para ayudar a la formación de los jugadores y colaborar desde nuestra parte, al menos desde el punto de vista reglamentario de disminuir la curva de diferencias en el juego.