Con Champagne Frances

Antes de que los jugadores argentinos se trasladaran a los clubes galos, el rugby francés estaba en el Olimpo. Su estilo basado en pases, destrezas en el manejo de la pelota y sorpresas en los ataques provocó admiración entre nosotros. Eran latinos hábiles, pícaros y ásperos; capaces, al mismo tiempo, de organizar un ataque sorpresivo por la cola del line o desplegar una ofensiva con tijeras, salteos y presencia de backs y forwards en ese movimiento.

Algunos franceses están en mi «cuadro de honor» de los mejores rugbiers de la historia: el pilar Amedée Domenech, el tercera línea Jean Pierre Rives, el full-back Serge Blanco y el centro Phillippe Sella fueron colosales rugbiers, a quienes admiré por su talento y su personalidad para influir en sus seleccionados y en los resultados de los partidos.

Francia, por otra parte, era la única potencia que nos visitó hasta 1952, cuando irrumpieron los irlandeses. En 1959 vinieron los Junior Springboks y, los estudiantes de Oxford y Cambridge en 1948 y 1956. Pero los «tricolores» arribaron a nuestra costas en 1949, 1954 y 1960.

No me acuerdo nada de los galos de las dos primeras giras porque era muy joven. Sí tengo bien presente a la tournée de 1960 porque, en el primer tests-match, debutó mi hermano Eduardo como medio-scrum. Desde el comienzo del partido ( disputado en la cancha del Club de Gimnasia y Esgrima) el N° 9 mostró que no se amilanaba ante los europeos . Se animó a escaparse al lado de las formaciones y, en más de una oportunidad , quebró la marca rival. Pero el desenfadado desempeño de » Gonza» ( así los llamaban) duró poco: Un sucio tercera línea francés, llamado Michel Crauste, castigó con sus dos manos uno de los hombros del argentino y, como consecuencia, le quebró la clavícula.

Hasta 1975 todos los choques entre Pumas y franceses se realizaron en la Argentina. Recién en ese año el equipo nacional argentino viajó a Europa. Para mí también significó mucho porque fue la primera gira que hice como periodista a otro continente.
Antes del primer test, concretado en la fantástica ciudad de Lyon, me invitaron a Clermont Ferrand a presenciar un cotejo del campeonato galo. Allí descubrí que el rugby ya no era amateur como en Sudamérica . El capitán y entrenador del equipo, financiado por la marca de cubiertas Michellin, era un famoso neocelandés: Burgess, medio-apertura en el célebre partido entre los All Blacks y Barbarians, de 1973. En vez de retornar a Las Antípodas , se quedó en Clermont y vivía del … aire, ya que sólo se dedicaba al rugby. Sí, en 1975 nuestro deporte pagaba a los jugadores, aun cuando los disfrazaban de técnicos.

Como había sucedido en todos los tests-matches anteriores entre franceses y argentinos, en 1975, los locales triunfaron en Lyon ( 29-6) y en Paris ( 36-21). De este primer choque en el legendario estadio Parc des Princes recuerdo- todavía con admiración- el notable penal que convirtió Martin Sansot, desde la media cancha. Yo estaba en el palco de prensa y un periodista galo me dijo » Ne pas possible». Sin embargo, el full-back de Pueyrredon le pegó con vigor y puntería ; mi vecino no paró de aplaudir.

Dos años más tarde, en 1977, la cancha de Ferro Carril Oeste fue la sede del primer empate de Los Pumas contra los galos. Fue la tarde de los pateadores, ya que Hugo Porta y Jean Michel Aguirre acertaron 6 penales cada uno y fijaron el tanteador en 18-18.

La primera victoria de nuestro equipo nacional se consiguió en 1985, todavía en el estadio de Ferro. El score de 24-16 se obtuvo con tries de Ernesto Ure y del actual c-entrenador de Los Pumas, Fabián Turnes. Pero el héroe máximo de la hazaña fue el extraordinario Hugo Porta, autor de tres penales, dos conversiones y un drop-gol.

Ya como locales en la cancha de Vélez, los rugbiers argentinos superaron a Francia en 1986 ( 15-13) y en 1988 ( 18-6, la tarde en que el médico rosarino Daniel Baetti embocó 6 penales)).
Entre esos tests-matches, los europeos se impusieron también dos veces en nuestra patria: en 1986 ( 22-9) y en 1988 (18-15).

Ahora ¿ Cuándo llegó el primer triunfo de Los Pumas en tierra gala? Fue en 1992, en el estadio La Beaujoire, en la ciudad de Nantes. Fue una hazaña porque, unos meses antes y en Buenos Aires, Francia se había impuesto con amplitud 33-9. Pero, gracias a la puntería del médico oftalmólogo tucumano Santiago Mesón, los sudamericanos se impusieron 24-20. Mesón acertó siete (7) penales y Lisandro Arbizu un drop-gol.
Tuve el privilegio de presenciar ese partido y advertir la sorpresa y la amargura de los locales, quienes no podían creer cómo los habían superado los argentinos.

Los «tricolores » se tomaron desquite en varios partidos posteriores a su caída en Nantes. Batieron a Los Pumas en 8 ocasiones; seis en Buenos Aires y dos en las localidades de Tarbes y en Nantes. Pero los argentinos habían crecido y mis dioses galos de los ´60 ya eran humanos. Desde 2002 hasta 2010, Los Pumas derrotaron a Francia en 7 test-matches.

Valga un párrafo final para los choques entre «tricolores» y «albicelestes» en los Mundiales. Después de batir a Irlanda en tierra gala y en el repechaje de 1999, los argentinos enfrentaron a Francia en Dublin, en el estadio Landsdowne Road.¿ Por qué esta rotación? Porque la International Board jamás pensó que Los Pumas eliminarían a los isleños y, de acuerdo con esos cálculos, Irlanda sería local en cuartos de final. Pero la hazaña de los sudamericanos cambió los guarismos: Dublin recibió a dos participantes foráneos: la Argentina y Francia.
Aunque los galos se impusieron 47-26, nuestros compatriotas, mientras tuvieron resto físico, jugaron un gran partido, con garra , determinación y personalidad. Fue la tarde en que el actual técnico de nuestro seleccionado, Santiago Phelan, fue obligado a dejar la cancha porque estaba » no contest» como un boxeador «knock-out» , pero de pie.

Aunque los choques entre estas naciones latinas continuaron en distintos años, después de ese Mundial de 1999, la hazaña de Los Pumas de 2007 hizo olvidar todos esos partidos. El primer impacto lo lograron en la apertura de la Copa William Webb Ellis . En el Stade de France los argentinos amargaron la fiesta gala. Triunfaron 17-12 e Ignacio Corleto quedó en la historia por un try fenomenal, donde corrió media cancha.
Francia tuvo una posibilidad de tomarse desquite en ese magno certamen : fue en el otro estadio del rugby, el de Parc des Princes, cuando Los Pumas, capitaneados por Agustín Pichot, repitieron el éxito y triunfaron 34-10. Fue un momento de gloria: por primera vez, los argentinos alcanzaban la mayoría de edad en el máximo certamen de la IRB ( International Rugby Board) : finalizaron terceros y el mundo se abrió para nuestro rugby.

Ahora se enfrentarán en este año 2010. Todos se conocen ya que gran parte de los sudamericanos pertenecen a clubes galos. Para los muchachos de Phelan es una gran oportunidad para recuperar la confianza que, en las dos últimas temporadas , se había extraviado.