Rugby Solidario en San Martin

Este año la colaboración del Club San Martín estará destinada al Club Social y Deportivo «El Campito», emplazado en la Villa 31 de Retiro.

El rugby infantil del Club San Martín, todos los años lleva adelante una acción solidaria concreta.

Con el concepto de que el rugby es mucho más que un deporte, que los chicos deben aprender a ser solidarios, a ser respetuosos de las reglas, de quienes las aplican, de los adversarios y a ser disciplinados, se apunta a que se formen personas de bien y ciudadanos responsables.

El rugby se ha transformado en una herramienta muy poderosa para modificar realidades sociales adversas.

Un ejemplo de ello es Virreyes Rugby Club, que comenzó con un grupo de gente ligada al rugby llevando este deporte a una zona vulnerable y hoy se ha convertido en un club completo, con divisiones infantiles, juveniles, primera división y dirigentes surgidos de ese barrio, con un impacto más que positivo para esa comunidad.

En los últimos tiempos, el Club San Martín ha colaborado con Virreyes RC con varias campañas solidarias. El proyecto de Virreyes está muy bien encaminado y si bien siempre es necesaria una ayuda, ya son varias las instituciones privadas y públicas que forman parte de ese emprendimiento.

Este año la colaboración del Club San Martín estará destinada a otro proyecto similar al de Virreyes RC.

El proyecto se denomina Club Social y Deportivo «El Campito» y está emplazado en la Villa 31 de Retiro.

La idea, similar a la de años anteriores, es recolectar botines y calzado. En esta oportunidad, para donar al CSyD «El Campito».

Desde esta año, todos los sábados, en la tranquera de ingreso a la cancha 1 hay una caja donde dejar los botines que los chicos ya no utilicen.

Si bien los botines y zapatos son usados, lo ideal es que estén en buen estado.
Nada más demostrativo que el testimonio directo de Adrián López, vecino de la Villa 31 desde hace 12 años: «Antes veía a los pibes fumando en la esquina, o los sábados ebrios. En cambio ahora piensan en entrenarse. Yo empecé a jugar al rugby porque me gustaron los partidos de Los Pumas, pero también porque te sacás la bronca si venís de una semana complicada, y después terminás dándote la mano con los rivales tomando una gaseosa».